Países como Alemania, Francia, Suiza, Austria, Finlandia… ya han tenido que desembolsar dinero para ayudar a sus compañías energéticas.
La crisis energética ya no sólo es complicada para los ciudadanos, pymes, grandes empresas o industrias. No, también lo es para las propias compañías energéticas que dan el suministro energético a las que se acusa de forrarse con la crisis.
Y es que ante tanta volatilidad de precios en los mercados energéticos, ya sean de gas o de electricidad, las compañías a veces no pueden hacer acopio de la energía necesaria para sus clientes. Se pueden quedar cortos y eso genera más tensión si cabe.
Para proteger a los compradores y vendedores, se requiere garantía en los contratos de suministro de energía a largo plazo. Estos fondos se devuelven a la empresa tan pronto como se ha cumplido el contrato, por ejemplo, cuando se ha suministrado el volumen de energía acordado. La cantidad de fondos depende en gran medida del nivel de precios de la electricidad.
Cuando los precios aumentan, también lo hacen los requisitos de garantía. Los márgenes colaterales se calculan cada día de negociación y normalmente vencen al día siguiente. Sin embargo, los aumentos extremos de precios de los últimos meses, particularmente en las últimas semanas, han provocado un aumento masivo de los requisitos de liquidez en todo el sector energético europeo.
De Alemania a Francia
Son muchos los ejemplos de países que han salido al rescate de sus compañías. El último ha sido Alemania que ha levantado una nueva línea de liquidez de 67.000 millones de euros para ayudar a las compañías energéticas.
Una cifra que se podría disparar si finalmente acaba nacionalizando a su mayor compañía energética, Uniper, algo que ya están valorando en el Ejecutivo de Olaf Scholz.
Además, VNG, uno de los mayores importadores de gas procedente de Rusia ha sido el último en la lista germana de solicitar ayuda al Gobierno.
Anteriormente hemos visto como el Gobierno suizo dio una línea de 4.100 millones a una de sus principales energéticas, Axpo, mientras que el Gobierno finés ha prestado casi 2.500 millones a su energética Fortum, por sus problemas financieros en la alemana Uniper.
Otros países como Austria también tenido que salir al rescate de Wien Energie, una de sus principales compañías energéticas. Y así numerosos países ya están preparando esas líneas de crédito para salvar al sector y no quedarse sin energía este invierno, donde se prevén problemas de suministro si es un duro invierno.
Y luego el otro gran ejemplo es el de Francia, con la nacionalización completa de EDF, que se ha interpretado en el mercado como un rescate en toda regla a la gran compañía energética gala.
En definitiva, Europa no puede soportar más los altos precios. Ya son muchos meses y la situación es insostenible ya para todos, no sólo para el mercado ibérico. Y dicen los expertos que lo peor está por venir, por eso es mejor prevenir que curar.
Fuente: El Peródico de la Energía. Autor: Ramón Roca.