Los altos precios de la energía traen consecuencias y una de ellas es que la economía se pare porque no puede mantener la producción con estos altos precios de la energía. Son conocidos los parones temporales en muchas fábricas españolas este mes de enero o cómo la industria está desviando la producción a las horas más baratas de electricidad. En definitiva, el precio de la electricidad se ha vuelto insoportable por mucho que ahora se vean precios menores a los vistos en noviembre o diciembre pasado en el pool.
El gerente de Neuro Energía, Javier Colón ha hecho un cálculo, con datos de Red Eléctrica sobre la demanda eléctrica y ha llegado a la conclusión de que la caída de este enero respecto a la del año pasado es brutal.
Según la información proporcionada por REE, ahora mismo la demanda sería inferior en más de un 4% a los datos del año pasado, descontados los efectos de laboralidad y temperatura.
Pero, «si comparamos la demanda real del día de ayer contra los días 20 y 21 de enero de 2021, los más parecidos por laboralidad y temperatura del pasado año, el descenso en la demanda superaría con mucho el 6%».
Es cierto que puede afectar un poco el autoconsumo, pero tanto como para un 4-6% de la demanda no lo es. Por tanto, la respuesta a esta fuerte caída de la demanda hay que encontrarla en la menor actividad económica, ya no solo de la industria, sino también de los comercios. A mayores precios energéticos, más caros se convierten los productos (sólo hay que mirar la cesta de la compra) y por tanto caen las ventas. Algo ya anunciado por las patronales sectoriales.
Otra señal inequívoca de que la industria está parando es la comparativa de la producción de las plantas de cogeneración. Según datos de REE, la producción con cogeneración ha caído en unos 43 GWh solo en los cuatro ultimos días. Esto significa una caída del 13%.
El invierno iba a ser muy duro para las fábricas españolas. Todos los días salen noticias con paradas en fábricas de automóviles, las siderúrgicas están también a medio gas, o Alcoa ha cerrado una de sus cubas en San Ciprián.
Al final es el mercado el que se regula solo. Los altos precios están paralizando la demanda. La peor señal para una recuperación económica tras una pandemia.
Fuente: El Periódico de la Energía.