Entre las paradas de las centrales de Cofrentes y Vandellós II pasaron ocho horas y dejaron de producir casi 2.000 MW.
Este 20 de septiembre la operación del sistema eléctrico, casar la demanda con la oferta o generación eléctrica, no ha sido nada fácil. Dos de los siete reactores nucleares que hay en España han tenido un incidente que les ha llevado a una parada no programada y con la que el operador ha tenido que equilibrar el sistema.
A eso de las 10.25 horas de la mañana, Iberdrola, titular de la central nuclear Cofrentes (Valencia) ha notificado al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), siguiendo el procedimiento establecido, una parada no programada del reactor, que no ha tenido impacto en los trabajadores, el público ni en el medioambiente.
Dicha parada ha estado ocasionada por el fallo de una tarjeta electrónica del sistema de control de caudal de agua de alimentación principal, que ha provocado un transitorio de caudal en el sistema de agua de alimentación y alto nivel en el drenaje de los separadores de humedad, que finalmente ha conducido a la parada de la turbina principal. Ante esta situación, tal y como establece el diseño de la planta, se ha activado automáticamente el sistema de protección del reactor, deteniendo así su funcionamiento.
Todos los sistemas de seguridad de la instalación han funcionado correctamente.
Ochos horas de diferencia
Después, unas 8 horas más tarde, la central nuclear Vandellós II ha notificado al CSN, siguiendo los procedimientos establecidos, la parada automática de la planta, a las 18:12 horas, debido a una incidencia en la red eléctrica exterior a la central que ha tenido afectación en el funcionamiento del generador principal y ha provocado la parada automática de la turbina y del reactor.
Los sistemas de seguridad han funcionado según diseño y la planta se encuentra estable, desacoplada de la red eléctrica. Volverá a sincronizarse una vez subsanadas las anomalías identificadas.
Esta incidencia no ha tenido impacto en los trabajadores, en el público ni en el medioambiente.
Gestión de la demanda
Para poder hacer frente ante esta situación, con dos centrales parada, y una caída de la generación de unos 2.000 MW, 1 GW por escalón aproximadamente, el operador del sistema puede arrancar otras centrales, en este caso ciclos combinados, como respaldo del sistema eléctrico, o activar el servicio de respuesta activa de la demanda con el que aplicaría una especie de interrumpibilidad pasajera en alguna planta industrial de gran consumo eléctrico.
Este servicio de gestión de la demanda sólo se ha activado una vez, y fue el pasado día 4 cuando también hubo en la central nuclear de Ascó una parada no programada.
A esta hora, en ESIOS no hay registro de una nueva activación de este servicio por lo que Red Eléctrica lo habría solucionado con otras centrales de generación.
Fuente: El Periódico de la Energía. Autor: Ramón Roca