Ribera se ha convertido en una de las grandes bazas de Pedro Sánchez y ha sido una de las personas de confianza del presidente en los últimos años al hacerse cargo de buena parte de la crisis energética y del conflicto de Rusia.

Teresa Ribera continuará al frente de la vicepresidencia tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Todo indica que Ribera contará con su equipo de confianza. Sara Aagesen como secretaria de Estado de Energía, Joan Groizard como director general del IDAE y Laura Martín Murillo en el Instituto de Transición Justa. Falta que lo confirme la propia Ribera o el Ministerio.

Aunque lleva ya cinco años al cargo del Ministerio, Ribera se ha convertido en una de las grandes bazas de Pedro Sánchez y ha sido una de las personas de confianza del presidente en los últimos años al hacerse cargo de buena parte de la crisis energética y del conflicto de Rusia.

Sin duda, Ribera y su equipo han trabajado, con mayor o menor acierto, pero han estado ahí, algo que no pueden decir todos los ministros y es de agradecer. Pero aún quedan muchísimas cosas por hacer.

Desde El Periódico de la Energía hemos resumido en 10 los retos a los que se enfrenta Ribera y su equipo en materia energética en esta legislatura que acaba de comenzar. Estos son:

1.- Reforma del Mercado Eléctrico

Ribera ya ha conseguido cerrar las posiciones y las negociaciones del trílogo (Comisión, Parlamento y Consejo europeos) ya están en marcha. Se espera que en el primer trimestre de 2024 pueda alcanzarse el acuerdo definitivo sobre la reforma del mercado eléctrico.

Una reforma que no es ni mucho menos una reforma ni tampoco lo es del mercado eléctrico, pero lo han llamado así. Tampoco es lo que buscaba Ribera en un principio, pero menos da un canto en los dientes. Lo importante es que se alcance un acuerdo y veremos cómo queda finalmente, pero todo indica que será algo parecido al texto del Consejo y la Comisión.

2.- De la CNMC, a la CNE

Una de las claves de esta legislatura será la recreación de la Comisión Nacional de la Energía (CNE). Y la medida es made in Ribera 100%. Ha sido una reivindicación personalmente defendida por la vicepresidenta Ribera, que busca fortalecer una institución clave en este momento clave de la transición energética.

La ministra cree que el nuevo organismo dará la mejor respuesta de protección tanto a la ciudadanía como al sector privado y sus inversiones. Para ello es necesario de dotar a la nueva CNE de un presupuesto muchísimo mayor y dotarle de mayor independencia para que sea una realidad.

3.- Más renovables

El Gobierno tiene que hacer verdaderos esfuerzos para conseguir que se instalen renovables en España de manera gradual y continuada. Es decir, instalar todos los años 5-6 GW hasta 2030. Pero todos los años, no unos 10 y otros 2. Para ello tiene que dar las señales necesarias a través de subastas, favorecer la contratación a plazo (PPA) o con los archifamosos CfDs.

Además tiene que acelerar la tramitación para que eso se haga realidad y todo ello con el beneplácito social. Es hora de un gran Pacto por la Energía entre Gobierno y CCAA para trabajar en favor de las renovables.

4.- Facilitar megainversión en redes y mejorar la planificación energética

Para que la transición energética sea un éxito es fundamental que se produzca un milagro con las redes, ya sea de electricidad como de gas (hidrógeno). Se necesita una red más robusta, digitalizada que pueda dar soporte a todo lo que se pretende cambiar en el mercado eléctrico.

Para ello se necesitan miles de millones de inversión, por lo que hay que retribuir bien dichas inversiones y hay que acelerar la tramitación de la extensión de la red tanto en alta como media y baja tensión. Acelerar los grandes proyectos de interconexión eléctrica con Francia es fundamental.

En cuanto a la planificación energética se refiere, no hace falta esperar cinco años para retocar o actualizar las inversiones o tomar decisiones sobre los activos a mejorar o construir de nuevas. La planificación tiene que ser un ente vivo que se transforma continuamente y esté en modo on para actualizarse cuando mejor convenga y así poder actuar de manera más rápida ante los retos que nos ponga por delante la transición energética.

5.- Poner en marcha el almacenamiento energético y el mecanismo de capacidad

Sin duda, el almacenamiento energético se erigirá como el principal protagonista del mercado eléctrico español en los próximos años. Hay que poner en marcha cuanto antes el mecanismo o mercado de capacidad para que el almacenamiento encuentre las señales de precio necesarias para su implantación.

Hay muchas ganas en el sector, las necesidades de almacenar energía van a más, curtailments de solar y eólica, volatilidad en los mercados, pero hay que hacerlo con orden y concierto. Que no se haga deprisa y corriendo y a lo loco, pero sin pausa, es decir que se trabaje par acelerarlo y ònerlo en marcha lo antes posible. Una vez más, será necesario el diálogo.

6.- Convertir en realidad el hidrógeno verde

Durante los próximos años se tienen que desarrollar los proyectos de hidrógeno verde anunciados y que han recibido ayudas para ello. Será un punto determinante para calcular cuántos de estos proyectos se harán realidad y medir así si el hidrógeno verde se va a asentar en nuestro mix energético.

El Gobierno ha puesto muchos huevos en la cesta con este vector energético, con el proyecto H2Med como principal proyecto de infraestructura. En esta legislatura tiene que haber comenzado a construirse.

7.- ¿El apagón nuclear?

En 2024 ya hay que tomar la primera decisión sobre el futuro real de las centrales nucleares españolas. Se debería activar el calendario de cierre nuclear con el proceso del mismo de la central nuclear de Almaraz.

A partir de ahí, en los años venideros hay que decidirse si finalmente se van a poder cerrar las centrales o no. Dependerá de la seguridad de suministro eléctrico y de lo que diga Red Eléctrica al respecto. El hecho de que no haya tanto ciclo combinado conectado como se supone puede abrir la puerta a que alguna central siga operativa.

8.- Fiscalidad verde

Si en algún momento España quiere de verdad avanzar en la transición energética será con una fiscalidad verde en condiciones. El Gobierno tendrá que tomar ya una decisión al respecto de penalizar o no el diésel y/o los combustibles fósiles respecto a la electricidad y afrontar cambios.

Se vienen más vehículos eléctricos, más bombas de calor en los hogares, menos coches de combustión y calderas de gas. Al final, la descarbonización tiene que llegar a todos los rincones del país. Incluso el consumidor se va a convertir en el centro de toma de decisiones y formará parte del mix energético.

9.- Explotar biogases y biocombustibles

España lo tiene todo para ser un campeón internacional en el desarrollo de biogases y de biocombustibles. Ambos serán muy necesarios en nuestras vidas y son tecnologías fundamentales para la desacarbonización de algunos usos energéticos.

Es incomprensible que en el país del jamón el biometano no esté desarrollándose a escala industrial. Es la única tecnología que no tiene un pero, no ocupa, elimina residuos agrícolas o ganaderos, purifica aguas y descarboniza el gas.

Las petroleras están ya trabajando en sus refinerías en nuevos productos, en combustibles más limpios para descarbonizar el transporte aéreo y marítimo entre otros. Y hay que ir a más en estos ámbitos.

10.- Nueva industria Net Zero

Es fundamental que España aproveche sus características de poseer suelo suficiente y energías renovables, limpias y baratas, para atraer nueva industria Net Zero. El regreso de industria solar, impulsar de nuevo la eólica, fabricar baterías para los coches eléctricos, electrolizadores para los proyectos de hidrógeno verde, etc.

Se abre una oportunidad única para regenerar la industria y el Ministerio tiene que impulsarlas al igual que dar cabida a la nueva industria extractora de minerales críticos para la transición energética. Se necesitan más proyectos mineros.

Aunque no es de su total incumbencia porque toca más de lleno al Ministerio de Industria, es clave que España se ponga las pilas (nunca mejor dicho) en la movilidad sostenible, en ampliar la red de recarga, en implantar nuevas hidrogeneras, y en desarrollar políticas que incentiven la compra de vehículos cero emisiones (eléctricos e hidrógeno).

Será momento de dejar de dar ayudas y ver si con ello se consigue rebajar los precios de los coches para llegar a una masa mayor de gente que dé el cambio.

Estos son los 10+1 retos a los que se enfrentará el Gobierno en esta legislatura. Seguro que hay más, pero estos son y serán imprescindibles.

Fuente: El Periódico de la Energía Autor: Ramón Roca