Pretende, entre otras cosas, fabricar el 40% de las necesidades anuales de solar fotovoltaica y el 85% de baterías.

No se pone por menos Bruselas. La Ley de Reducción de Inflación de EEUU, su plan industrial y energético para los próximos años y ganar en dependencia energética ha hecho que la Comisión Europea tenga que ponerse las pilas, nunca mejor dicho, en crear una industria de tecnologías cero emisiones (Net Zero).

Y para ello tiene un plan que no es otro que fijarse un objetivo de fabricar el 40% de la cadena de suministro de tecnologías limpias en Europa para dentro de sólo siete años. Ahora mismo ese porcentaje es infinitamente bajo, así que prácticamente tiene que empezar casi de cero en muchos casos, salvo en la eólica.

No se pone por menos Bruselas. La Ley de Reducción de Inflación de EEUU, su plan industrial y energético para los próximos años y ganar en dependencia energética ha hecho que la Comisión Europea tenga que ponerse las pilas, nunca mejor dicho, en crear una industria de tecnologías cero emisiones (Net Zero).

Y para ello tiene un plan que no es otro que fijarse un objetivo de fabricar el 40% de la cadena de suministro de tecnologías limpias en Europa para dentro de sólo siete años. Ahora mismo ese porcentaje es infinitamente bajo, así que prácticamente tiene que empezar casi de cero en muchos casos, salvo en la eólica.

Objetivos ambiciosos

Una docena de tecnologías con la que se pretende crear una gran industria manufacturera en Europa. Según el borrador, los objetivos de Bruselas tecnología por tecnología son los siguientes:

1.- La capacidad de fabricación de energía solar fotovoltaica dentro de la Unión sea capaz de satisfacer al menos el 40% de las necesidades anuales de despliegue de energía solar fotovoltaica dentro de la Unión.

2.- La capacidad de fabricación de turbinas eólicas en la Unión pueda satisfacer al menos
el 85% de las necesidades anuales de despliegue de energía eólica dentro de la Unión.

3.- La capacidad de fabricación de bombas de calor dentro de la Unión pueda satisfacer al menos el 60% de las necesidades anuales de despliegue de bombas de calor dentro de la Unión.

4.- La capacidad de fabricación de baterías dentro de la Unión pueda satisfacer al menos el 85% de la demanda anual de baterías en la Unión.

5.- La capacidad de fabricación de electrolizadores dentro de la Unión pueda satisfacer al menos 50% de las necesidades anuales de despliegue de hidrógeno renovable y libre de fósiles (nuclear) dentro de la Unión.

Fuentes del sector renovable español señalan que se trata de unos objetivos demasiado ambiciosos sobre todo teniendo en cuenta que 2030 está a la vuelta de la esquina. “Sorprende ver el 40% de fotovoltaica o el 85% de baterías sin tener la materia prima necesaria para ello”.

Encarecimiento de la energía

Por otro lado, este ambicioso plan de Bruselas para la independencia energética europea puede acarrear ciertos problemas de gobernanza entre los Estados Miembro ya que se va a primar la fabricación local y puede crear distorsiones en el mercado.

Todo ello estará bajo un nuevo paraguas de ayudas y subvenciones que encarecerá sí o sí todas estas nuevas tecnologías limpias en el futuro más inmediato.

Y es que la UE se prepara para aumentar los precios del CO2 y así financiar todo esta fabricación. Ello supone unos precios de la electricidad más caros.

Asimismo, la UE regulará una mejor obtención de recursos económicos con un plan de financiación que acompañe el industrial.

Todo este plan se presentará el 14 de marzo y luego será discutido por los Estados Miembro en Consejo Europeo. Luego se verá en qué queda, pero de momento, la Comisión Europea tira la casa por la ventana.

Fuente: El Periódico de la Energía. Autor: Ramón Roca.