Cani Fernández fuerza a dos consejeros a rotar de Sala en 2023, un giro contrario a la regla.

Rebelión en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). La presidenta del supervisor, Cani Fernández, ha forzado la re[1]novación de las dos Salas (Competencia y Supervisión Regulatoria) del organismo, impulsando un acuerdo en el Pleno del Consejo que ha suscitado un profundo malestar interno, incluso en el órgano de gobierno, don[1]de las voces discrepantes afirman que el cambio «va contra la norma». El giro implica el trasvase de la consejera Pilar Canedo a la Sala de Supervisión Regulatoria y la rotación del consejero Bernardo Lorenzo a la de Competencia. Tres consejeros formularon voto particular al acuerdo, incluidos los dos afectados y el ex diputado del PNV Xabier Ormaetxea. Se trata de una oposición sustancial (tres de un total de ocho consejeros), poco habitual en el Consejo. La medida se aprobó en la reunión del Pleno del martes 20 de diciembre. Cani Fernández llevaba tiempo madurando un cambio que le permitiera reorganizar el primer nivel de mando del regulador al margen, incluso, del propio marco regulatorio de la institución. La norma data de su predecesor, José María Marín Quemada. «En el mes de diciembre de cada año se acordará la rotación para el 1 de enero del año siguiente del consejero más antiguo de cada sala, exigiéndose en todo caso una antigüe[1]dad de al menos dos años», dicta el reglamento. Tanto Canedo como Lorenzo han cumplido sobradamente el plazo estipulado en sus Salas de origen, pero, dado que su mandato vence en 2023, aducen a que difícilmente podrán permanecer los citados dos años en sus nuevas áreas. Hasta hace poco, los consejeros llamados a cambiar de Sala en 2023 eran otros. Uno de ellos era Mariano Bacigalupo, procedente de la Sala de Supervisión Regulatoria a la que había estado adscrito desde 2017. La segunda era María Ortiz, entonces consejera de Competencia. Pero en septiembre se anunció la salida de la CNMC de Bacigalupo, uno de los hombres fuertes del regulador en materia energética y marido de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Éste dejó el regulador para incorporarse a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a instancias de la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. Precisamente el pulso existente entre Fernández y Bacigalupo, un perfil técnico con gran influencia dentro de la CNMC, alentó a la presidenta del regulador a agilizar las rotaciones entre Salas. La renuncia de Bacigalupo resol[1]vía, a priori, los trasvases previstos para este año, pues tuvo como con[1]secuencia el salto de Ortiz a Supervisión Regulatoria y la designación de una nueva consejera de Competencia, María Jesús Martín. Pero Cani Fernández aún consideraba necesaria una segunda rotación de cara a 2023, una situación inusual que se desvía del reglamento interno. Además de soliviantar a altos cargos del supervisor, la decisión ha generado malestar en los niveles inter[1]medios, según fuentes próximas. Éstas defienden que se restrinja la rotación anual a dos únicos consejeros, un límite que, si bien impide la adscripción ad infinitum de los consejeros a un área, «dota de estabilidad a la CNMC y asegura que siempre se cumpla una cuota de consejeros con experiencia suficiente en cada Sala». En la misma dirección apuntan los votos particulares: «Los conocimientos técnicos y la experiencia de los consejeros en las áreas respecto de las que tienen que adoptar decisiones regulatorias, de asesoramiento o sancionadoras resultan un elemento clave para garantizar la eficiencia en el trabajo de la institución y su independencia». La rotación aprobada el día 20 di[1]buja un singular escenario en la CNMC: cada sala estará formada por una mayoría de consejeros expertos en la materia contraria. Así lo apuntan los tres consejeros díscolos: «En la Sala de Regulación, prestarán sus servicios tres personas con perfil y experiencia marcada en materia de competencia, mientras que, en la de Competencia, los cuatro consejeros asignados tienen un claro perfil regulatorio». Con oposición o sin ella, el trasvase de consejeros se hará efectivo el día de Año Nuevo.

Fuente: EL MUNDO.